Otro de los pintores que mas me impresionan es Antonio López, sus cuadros son tan reales que a veces soy incapaz de distinguir si es una pintura o una fotografía.
Ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes en
1985 y del Velázquez de Artes Plásticas en 2006, Antonio López es el máximo
representante del realismo y la figuración española contemporánea, padre del
hiperrealismo, pero su obra es tan personal que es difícil de clasificar,
etiquetas de las que él mismo huye.
Apasionado de su trabajo, el artista, que se inició en la
pintura con 12 años influenciado por su admirado tío, el pintor Antonio López
Torres -con tan solo 13 ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando-,
defiende la libertad como fuente máxima de la creatividad.
Su obra se centra en
la realidad que le rodea e investiga con los aspectos más cotidianos tratados
con un detallismo casi fotográfico.
El
manchego convierte en arte los aspectos más cotidianos de la realidad con una
elaboración lenta, metódica y meditada hasta el extremo para captar la esencia
del objeto, paisaje o figura representada, que le lleva a rehacer, retocar y
corregir durante años.
Ha reclamado en reiterados ocasiones a clientes obras ya
vendidas para retocarlas.
"Para mí la palabra acabar no existe", ha afirmado el
artista en muchas ocasiones como resumen de su proceso creativo, retratado
fielmente en la película: El sol del membrillo, de Víctor Erice y Premio del
Jurado en Cannes en 2002.